El Dr. F.X.Mayr ha introducido una novedosa tesis. El sistema digestivo de la mayoría de los seres humanos actuales no está limpio ni dispone de toda su capacidad de rendimiento y por eso tampoco está sano. Debido a los restos depositados o las partículas adheridas, el intestino está más o menos sucio y a menudo inflamado. A causa entonces de las impurezas, este proceso se ha convertido en una poderosa fuente de toxinas que socaban la salud, afean al ser humano y lo avejentan.

Por eso el Dr. Mayr propone la depuración del sistema digestivo como el modo más eficiente de lograr el restablecimiento de todo ser humano que no esté sano. De allí que entienda, en analogía con Semelweis, algo distinto a sus contemporáneos. También afirma que aquellos sistemas digestivos, que hoy se acostumbra a considerar limpios y sanos, ya están dañados con partículas adheridas en alemán Schlacken. Denominada Enteropatía Mayr, con la consecuente autointoxicación intestinal.

La acumulación de toxinas y partículas adheridas provoca:

En la piel:
Comezón, manchas marrones, tez con impurezas.

En la dermis:
Flacideces, celulitis.

En el tejido adiposo y muscular:
Se afloja, reumatismo de las partes blandas.

En las cápsulas y articulaciones:
Endurecimiento, artrosis, gota.

En la sangre:
Aumento de los valores de hematocrito, grasas, colesterol, ácido úrico, etc.

En la vesícula y los riñones:
Cálculos.

En las arterias:
Placas de colesterol y calcio.

En las vértebras:
Artrosis, espondilosis.

En los órganos internos:
Degeneración de órganos (corazón, riñones, hígado).

En la glándula pineal:
Calcificación.

En los cristalinos:
Manchas oscuras, etc.